Sociedad | Opinión

"Francisco: su vida como Signo de Esperanza"




Por prof.  Rita Gajate (*).- La vida de nuestro Francisco ha sido y será signo de esperanza. No solo para la Iglesia Católica sino para la humanidad toda.

Miró con los ojos de Jesús a quienes más necesitan de un Dios que es Padre y toda misericordia. Los descartables para el mundo: los ancianos, los débiles, los pobres, las periferias, los solos, las mujeres, los migrantes, los olvidados… fueron para Él su prioridad. Respondió a su clamor y lo hizo no solo con palabras sino con gestos, con innumerables gestos, a la manera de Jesús.

La mirada del Papa Francisco sobre nuestra Casa Común fue mucho más allá de los hechos graves que caracterizan nuestro tiempo. Es profunda, aguda y expone con claridad las problemáticas y su entramado.

Tuvo Francisco la gracia de ser el primer Papa no europeo y se acercó no solo con sus palabras sino que visitó la Iglesia en Oriente. Se hizo más joven con los jóvenes: los invitó con su lenguaje cercano, empático a “jugar en equipo para Dios”.

Predicó con ojos de misericordia (2015, Año de la Misericordia) y nos regaló su genial encíclica Dilexit nos en la que nos enseña que “Cristo muestra que Dios es proximidad, compasión y ternura” (DN, 35) y que “sólo Él puede liberarnos de esa fiebre donde ya no hay lugar para un amor gratuito. Él es capaz de darle corazón a esta tierra y reinventar el amor allí donde pensamos que la capacidad de amar ha muerto definitivamente” (DN, 218).

Evangelizó por todos los medios y de múltiples formas. Habló por sus Encíclicas, Cartas pastorales y más allá de ellas. Laudato si, Laudato Deum, Evangelii Gaudium, Querida Amazonia, Amoris Laetitia, Fratelli Tutti y tántas y brillantes e iluminadas alocuciones. Antes de irse nos invitó a vivir un Año de Esperanza y a ser “signos de esperanza” para un mundo que camina en sentido contrario.

Convocó sínodos y condujo a la Iglesia sinodalmente, es decir, escuchándonos unos a otros y escuchando al Dios que conduce la historia a través de “los otros”.

Tuvo mirada de educador: “No existe la educación estática”… “Educar es un acto de esperanza y solidaridad generacional, de esperanza y solidaridad intergeneracional”[1], con estas palabras Francisco nos anima a repensar el proceso educativo con una mirada orgánica, holística, vinculada y totalizadora.

Para el sistema educativo, escuelas, colegios, universidades la convocatoria consiste en pensar y dar forma a este estilo de educación. Su pensamiento esclarece que “el estudio  sirve para hacerse preguntas, para no ser anestesiado por la banalidad, para buscar sentido en la vida” [2].

Se hablará de Él mucho todavía… Y se lo citará toda vez que querramos pensar un mundo mejor, una humanidad más humana y en cada construcción acerca de un futuro más digno y más hogar.

Pero como, dice San Juan de la Cruz: “en el atardecer de la vida seremos juzgados en el amor”. Y fundamentalmente Francisco amó: amó su vocación sacerdotal y de Pastor, amó a los suyos empezando por quienes necesitaron más de su amor, amó la Iglesia como “hospital de campaña”, y amó su misión hasta el último día.

Hoy te despedimos querido Papa Francisco con el dolor del adiós. Agradecemos por tu vida y tu entrega. ¡Hasta que nos volvamos a encontrar en el corazón de Dios!

Notas

[1] Papa Francisco (2020). Misión 4.7, relacionada con la aplicación del 4°objetivo de la Agenda de las Naciones Unidas 2030. 16/12/2020. Disponible en: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2020-12/papa-la-educacion-es-un-acto-de-esperanza.html

[2] Para Francisco (2019) Christus vivit. N° 222. Disponible en: https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20190325_christus-vivit.html

(*) Rectora de la UCALP. Mediadora. Especialista en Integración Latinoamericana. Investigadora Categorizada II. Formadora y evaluadora de Mediadores. Especialización en Docencia Universitaria. Autora de numerosas publicaciones nacionales e internacionales sobre Derecho de la Integración Regional y Mediación.

Nota de opinión de 21 de abril de 2025.